La alberca
JULIO
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Día 1
Dices que tú reconoces a tu Yo
inmortal, pero que éste debe de bregar con las circunstancias.
Permite que te corrija y te
indique lo que los Maestros enseñan:
Tu Yo inmortal no brega con tus
circunstancias. Quien lo hace es tu personalidad, o sea, tu yo humano y
mortal.
Tras esta
aclaración...
¿No crees que las
circunstancias nos las creamos nosotros mismos la mayoría de las
veces?
En unas ocasiones es por
acción.
En otras ocasiones es por
omisión.
Sé valiente. Analiza tus
circunstancias.
¿En cuantos de tus actos te has
dejado llevar por tus pasiones?
¿En cuantas de tus acciones te
inhibiste a causa de tus cobardías?
Verás como, si eres valiente y
sincero, no son tantas las circunstancias que te impiden tu crecimiento
interior.
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Día 2
¿Qué es lo mejor para ser
feliz?
La virtud.
¿Cómo hacerla
emerger?
Ejercitando una vida
honesta.
¿Con qué
fin?
Para lograr liberar el Yo Divino
que está en nosotros.
Así podrás ser espejo de luz y
alegría para tus semejantes.
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Día 3
Aquel ermitaño bajaba de tarde en
tarde al pueblo, desde la montaña donde vivía, para vender la miel que recogía a
cambio de alguna hogaza de pan.
Las buenas gentes se admiraban de
su alegría y bondad y a cuantos le interrogaban la causa de ello, él siempre
respondía lo mismo:
“Tengo un tesoro en mi
casa…”
En cierta ocasión en que bajó al
pueblo pasaba por allí un forastero desconocido que, curioso, se fijo en tan
estrambótico personaje pues al ermitaño le gustaba adornarse con un sombrero
viejo con flores silvestres, un cayado rústico, un perrillo flaco y su habitual
alegría. Y le escuchó la tan repetida frase del eremita: “tengo un tesoro en mi
casa”.
Así que le siguió hasta el lugar
donde vivía con la perversa intención de robarle aquel
tesoro.
A la hora del atardecer en que el
ermitaño contemplaba como todos los días la puesta del sol, dando gracias al
Creador por tanta belleza, el forastero registraba la casa sin encontrar nada de
valor. Así que, furioso, atacó al buen hombre para que le indicase en qué lugar
escondía su tesoro. El ermitaño, malherido pero sonriente, le señaló su pecho y
le dijo:
“Hermano, aquí en el interior de
mi cuerpo, que es casa de Dios, tengo el tesoro que me da paz y alegría; mi
alma.”
Cuentan que el forastero se quedó
con el eremita hasta que los dos curaron sus heridas.
Uno las del cuerpo y el otro las
del alma.
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Día 4
La enfermedad
no se cura gritando: ¡medicina! sino tomándola.
(Shankarachaya)
La comarca de donde procedo es
eminentemente agrícola. Cuando yo era pequeña presencié esta
anécdota:
Había ido al campo acompañando a
un vecino y su hijo, un chico de unos diez años.
Al llegar al huerto de naranjos
el hombre se puso a arrancar las malas hierbas y pidió al hijo que le ayudase
uniéndolas y atando en gavillas según él le indicó.
Como al muchacho le costaba
hacerlo bien se quejó al padre y este le dijo:
-Llama al señor
Maña...
-El chico comenzó a dar voces por
el campo:
-¡Señor Maña!...¡¡¡señor
Mañaaaa!!!
Hasta que comprendió, un poco
avergonzado, que al tal “maña” sólo podía encontrarlo en la atención y práctica
de sus habilidades; o sea, en sí mismo.
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Día 5
Te gusta retirarte de tanto en
tanto a algún lugar recogido para relajarte. Para calmar tu
espíritu.
No te equivoques.
Tu espíritu no necesita calmarse.
Quienes necesitan calmarse son
tus nervios.
Quienes han de serenarse son tus
pasiones.
Si lo consigues, entonces
emergerá tu espíritu y alumbrará con su luz maravillosa todas tus horas y tus
días.
Si logras esto, verás como podrás
estar en medio del bullicio más ruidoso, con una relajación total y
luminosa.
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Día 6
Reflexiona sobre
esto:
Nuestra mente sólo capta los
fenómenos de las cosas, nunca las sustancias.
Y de los fenómenos tan sólo los
materiales.
Y de ellos sus relaciones, que
nuestra clasificación intelectual las adapta a su
comodidad.
Después de esto comprenderás que,
la mente, es una herramienta de trabajo.
Tu disco duro, programado con los
datos introducidos por ti, por tus circunstancias y por tus
experiencias.
Acepta con valentía esta verdad y
sigue confiando en tu capacidad mental, del mismo modo que lo haces con tu
ordenador competente.
Nada más.
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Día 7
Nuestra vida es semejante a un
laberinto de pasiones cuyo centro está habitado por negro
Minotauro.
Él nos tiene
prisioneros.
Nuestras ansias de libertad
desean zafarse de sus garras destructoras, pero es tan
difícil...
Tan sólo podrá lograrlo nuestra
valiente, tenaz y serena voluntad.
La inteligente y virtuosa Ariadna
puede ayudarnos a salir hacia la Luz.
Puede que no logremos matar al
Minotauro, pero liberados en la luz de la Verdad , seguro que dejarán de
asustarnos sus bramidos.
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Día 8
Un buen maestro espiritual me
dijo en cierta ocasión que lo heroico no era arrostrar una gran prueba una vez
en la vida.
Lo verdaderamente heroico era
afrontar todos los días las pequeñas pruebas que nos presenta la
existencia.
Sonreír, en lugar de fruncir el
ceño.
Ser cortes, en lugar de
desabrido.
Hacer un favor, aunque no te lo
agradezcan.
Cantar, en lugar de
llorar.
Bendecir, en lugar de
maldecir.
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Día 9
“Los monstruos
son equivocaciones de la finalidad” (Aristóteles)
Cuantas veces nos proponemos
hacer algo con una buena finalidad y resulta de consecuencias
desastrosas...Muchas.
Y es que, nuestra pasión por la
finalidad, nos hace ver los medios distorsionados, adaptados a nuestras ansias,
pero carentes de una visión exterior que nos de la justa interpretación del
otro.
El otro, nuestro prójimo,
es la piedra angular de muchísimos conflictos de
convivencia.
Todo porque la pasión egocéntrica
abre su velamen y se lanza al mar...pero olvida poner en acción el timón de la
razón.
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Día 10
“Enciende tu
lámpara y busca tu dracma perdida.” (Basilio Valentín)
Parece ser que a través de todos
los tiempos la búsqueda ha sido una constante humana.
Como narran un sin fin de
relatos, el ser humano vive en un constante anhelo de buscar y alcanzar lo que
le falta.
Pero como dice el alquimista
Valentín: “enciende tu lámpara.”
Esta linterna del Conocimiento
que está en tu interior, debe de encenderse para poder
buscar.
Es la llama de la
fe.
Fe en algo superior que nos
trasciende y nos reclama.
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7 ago 2012
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