Sony Grau

La alberca


Día 16

Paseaban en dirección contraria por el parque del barrio. Hacía tiempo que no se veían ya que no eran amigos. Eran lo que se llama socialmente amistades.

Por eso, casi sin detenerse, se saludaron con correcta simpatía:

-¡Hola, qué tal, ¿cómo va la vida?

-Bien… ¿y tú?

-Bien, fenomenal…

-¡Hasta luego…!

-¡Vale, hasta la vista…!

Y mientras se alejaban uno del otro, cada drama quedaba escondido en sus almas porque, nuestros conciudadanos, no suelen cortejar más que a los triunfadores.

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Día 17

El poeta gustaba de hablar y escribir sobre poesía. Para él la vida estaba llena de poesía: la sonrisa de los niños, el canto de los pájaros, el atardecer dorado, las flores, los jóvenes amantes paseando, la madre dando el pecho a su bebé, los viejos tomando el sol en el parque…Todo en la vida estaba lleno de poesía para él.

Pero ¿no ves que nadie piensa como tú? ¿Por qué sigues hablando y escribiendo sobre las cosas que a nadie interesa?-le interrogaba un amigo sincero-.

Pues porque –le dijo el poeta con la misma sinceridad- sobre todo, para no hacerme como ellos.
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Día 18

¿Por qué arrastrar el cadáver de la memoria...? (R.W.Emerson)

Hay acontecimientos en la vida que nos son adversos.

Enfermedades, muerte de seres queridos, traiciones, desempleo, ruina económica...

Esto nos produce dolor. Es un dolor natural e inevitable.

Son causas reales no imaginadas.

Necesitamos anímicamente vivir un luto por ello...Pero nada más.

Así obra una personalidad fuerte, sana y equilibrada.

Escarbar en el pasado y desenterrar el cadáver al presente, es la actitud de una personalidad débil y sin equilibrio.

O acaso, una personalidad insatisfecha con su presente.

¿Solución? Encontrar una ilusión que nos apasione.
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Día 19

Nadie entiende los fenómenos esotéricos de la naturaleza humana. Son un arcano insondable como lo son tantos interrogante de la naturaleza que incluso la física cuántica ignora.

Por eso, ante cualquier misterio irresoluto, hay que tener una actitud da sabia humildad.

¿Cómo es la Divinidad? Es amor.

¿Por qué es amor? No lo sé…

Pero me maravillo y admiro de sus efectos benignos.


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Día 20

Nos duele siempre en lo que somos más débiles.

Para comprobarlo, amigo y amiga, sólo tienes que observar tu cuerpo. ¿Sientes tu hígado? ¿No? Señal de que está sano. ¿Te duele el estómago? ¿Sí? Prueba de que algo le funciona mal.

Así debes de analizar tu personalidad.

¿Quieres que te quieran más? Señal de que no te quieres bastante a ti mismo.
¿Eres propenso a la envidia? Prueba de que vives insatisfecho y frustrado.
¿No guardas rencor aunque te hayan hecho daño con intención?
Señal de que tienes una profunda vida interior.

Nuestra vida está llena de señales que el buen Dios nos envía para que reflexionemos y, claro, suena la alarma donde hay carencias.

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Día 21

"En medio de las desgracias, me sigo teniendo a mi” (Medea, Skilo)

Nuestra madurez interior se manifiesta en las dificultades. Cuando todo va mal, hay que saber centrarse. Tener un punto central desde donde no perder el equilibrio, la armonía interior.

No te disperses en un abanico de opciones...¡céntrate!

Cada cual tiene su punto, su centro. Es el palo mayor del barco (nuestras convicciones, nuestros sueños), al que nos aferramos para no ser lanzados hacia fuera durante la tormenta.

Ulises se hizo atar a él para lograr escuchar los cantos de las sirenas.

Qué sabias enseñanzas las de los clásicos. Si uno no tiene en donde aferrarse, no podrá escuchar impasible los cánticos de las sirenas del egoísmo, la mezquindad y tantas pasiones que nos llaman, que nos quieren seducir.

Por ello, debemos alimentar bellos sueños de superación espiritual.
¿Cuál es el tuyo? ¡Aférrate a él!
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Día 22

Hay que desdramatizar nuestra vida. Hay que cumplir con nuestro destino, serenamente, sin ser mansos ni violentos. Ni víctimas ni verdugos.

No creas que es casualidad lo que te ocurre, todo obedece a una Causa Superior . Somos estelares, celestes, y como los cuerpos celestes, formamos parte de un Plan, el de Dios..de ti depende cumplir bien tu cometido...

Para ello hay que estar despiertos a todo lo que nos rodea. Atraídos hacia todos los seres ( y en especial los humanos)y curiosos por conocer el qué, cómo y dónde.

Eso es transformarse en persona. Entonces observarás que la vida no es un drama, ni una tragedia, ni una comedia. La vida es lo que es; vida.

Las interpretaciones en este teatro son cosa nuestra. Y como actores de los papeles que nos ha tocado representar, somos nosotros los que les damos más o menos dramatismo a la actuación.

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