Sony Grau

La alberca

Día 26

Érase una vez un hombre apenado que viajó para olvidar sus penas, pero éstas se le metieron en la maleta del alma.

El ejercicio de “elevarse” mentalmente a la inmensidad del Cosmos cuando nos angustia una emoción, para desde allí, contemplar la pequeñez del mundo y sus asuntos humanos...Creo que es un enfoque erróneo, pues se quiere incidir en un asunto emotivo con otro físico.

Las emociones que nos acongojan a veces, son de tal calibre y potencia, que solamente las pueden calmar otras emociones más puras y superiores. O sea, una emoción mística. Una emoción del Alma.

¿Cómo se cura una herida? ¿Con palabras? No, se le aplica un remedio físico acorde a la naturaleza del mal.

Del mismo modo debe utilizarse el remedio para diferentes planos de nuestros conflictos físicos, mentales o espirituales.
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Día 27

La vida es lucha y esto trae dolor.

Debemos asumir esta realidad.

No como víctimas.

Sí como personas reflexivas e inteligentes que saben enfrentarse a sus miedos con amor y serenidad.

Amor hacia uno mismo para amar mejor a los demás.

Serenidad para con nuestros defectos, para, desde ahí, equilibradamente, aceptar los de los demás.

Hay que atreverse a “coger el toro por los cuernos.”

La persona valiente lo hace.

La persona víctima se esconde y, a veces, incluso se deja cornear.
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Día 28

“Integrarse en una enseñanza es saber aplicar lo que hemos aprendido”

Cuidado con los excesivos psicologismos y filosofismos.

Es como una tela, casi invisible, en la que uno es muy fácil quedar atrapado y ser devorado por la araña del materialismo.

Es tiempo de poner en práctica lo aprendido.

Un estudiante licenciado sabe muy bien esto.

En la universidad de la vida también. No podemos pasarnos los años aprendiendo en textos y más textos lo que deberíamos de tener claro. Todos los libros nos indican el camino...

Elige uno.

Después de leerlo, reflexiona y actúa.

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Día 29

Soy una persona crónicamente malhumorada, pero no tengo “mala leche”...

¡Y esto lo dices tan campante, como una justificación positiva!

Pues mira, mejor sería que tuvieses “mala leche” que ser un y malhumorado crónico.

¿Sabes por qué?

Pues porque en el tener está contenido lo pasajero (nadie tiene nada para siempre en esta vida), pero en el ser queda adherido a nuestra personalidad hasta la tumba.

¿Qué prefieres, una tormenta veraniega o una lluvia continua, triste y pertinaz?
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Día 30

“Los eslabones están unidos por la soldadura que los cierra y los separa”(A.Britos)

Formamos una cadena mágica con otros seres afines.

Hay una empatía que no une. Seguramente tenemos anhelos ideales similares.

Pero no confundas esto con uniformidad, con total semejanza. Formamos una cadena, pero recuerda que con lo que separa es con lo que se une.

Cada eslabón está soldado en sí mismo...y la suma de buenas intenciones forman la cadena solidaria.

Si tú no estás bien soldado, bien equilibrado, difícil te será formar parte en la transmisión de la cadena humana.

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Día 31

Al ser humano le es muy natural una pertinaz repetición de tópicos.

La sombra de su génesis activa, o sea, la pereza, le conquista con presteza su voluntad hacia lo más fácil.

Y nada más fácil y comodón que no pensar, no actuar mentalmente.

Para ello acepta la opinión del otro que, a su vez, ya aceptó de un tercero su tésis.

Así, uno tras otro dan nacimiento a los tópicos, repetidos, deformados, manipulados (a veces con intenciones sujetivas)...

Y acabamos entre todos creando el bulo.

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EJERCICIO:
En uno de los dos sillones de tu habitación mental invita a sentarse a esa persona con la que estas en conflicto. Háblale de tus sentimientos...pero escucha también los que ella te pueda decir.
Verás como te ayuda a distribuir las culpas y a sentirte mejor.

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ABRIL
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Día 1

Busca la serenidad antes de tomar una decisión.

¿Sabes lo que le ocurre al agua de un estanque si la agitas? Pues que en lugar de una Luna reflejada en su superficie, reflejará varias.

Así ocurre con nuestros problemas.

La turbulencia de nuestra pasión, la vibración de nuestros nervios, hacen que se agiten las aguas de nuestro entendimiento y en lugar de un problema de fácil solución, afrontado con tranquilidad, elaboramos en nuestra mente un sin fin de problemas. O sea, en lugar de “una Luna” vemos varias.

¿Has visto cómo se alteran algunos conductores, enfrentados por una pequeña colisión? Tan sólo tenían que arreglar los papeles del seguro civilizadamente, nada más. Pero su estado de nervios (producidos normalmente por sus frustraciones) les lleva a discutir, insultarse y agredirse incluso. Al final han producido más problemas añadidos al único que tenían.