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11 ago 2012

No se si a ustedes les ocurre lo mismo; pero en cuanto ha comenzado
agosto -y en esta segunda década mucho más-, mi correo electrónico bosteza de aburrimiento....(huuuaaa...) y contagiado por él, mi facebook se despereza casino y escrudiña alguno de los pocos comentarios que no están de viaje vacacional (¡y hay crisis galopante!), asunto sagrado de nuestra cultura española. Levanto la vista de mi PC portatil y miro por la ventana -mi ventana-escritorio desde donde leo, escribo, reflexiono, sueño-; todos los comercios de la acera de enfrente tienen los párpados cerrados, ya ni siquiera bostezan pues han entrado en un profundo sueño con sopor agostero. Ni el bar con su ambiente de terraza, ni el horno y sus pastelitos, ni el taller informático, ni la tienda de reformas, ni...¿Para qué seguir? Todos con el cartelito "Cerrado por vacaciones has el 31 de agosto".
¡Y la cola del paro creciendo hasta dar la vuelta a la península!

Aunque, pienso: ¿será por solidaridad esto de cerrar por vacas?

Me viene a la memoria versos de Cecilia y Anonio: ¡"Esta España mía esta saña nuestra!" y "Una de las dos Españas ha de helarte el corazón".

¡¡¡Que ganas tengo de que vuelva septiembre y nos pongamos todos a empujar y reflotar el país!!! 

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