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28 ene 2012

Héroes y antihéroes

No puedo dejar de tener en el pensamiento y corazón a estos jóvnes gallegos, policias locales, que han perdido la vida por esforzarse en salvar la de un joven imprudente que se adentró en un mar agitado, a altas horas de la madrugada, después de una noche de celebración estudiantil.

Héroes. Qué poco se aprecia hoy esta virtud altruista del ser humano. Sí, es verdad que todo son alabanzas para el héroe cuando llega una noticia como esta. A todos nos sobrecoge la emoción al comprobar esta actitud generosa, de quien va más allá de su deber y poder para sobrepasarse en la entrega hacia el otro.

Todo esto lo sabemos,comprobamos y decimos a coro como reacción a la noticia de la tragedia. Y bla, bla, bla, y todo eso que nos queda tan bonito...

Pero yo me pregunto qué ocurre en la vida cotidiana. Qué opinamos sobre los héroes. Qué leemos. Qué vemos por televisión. ¿No es verdad que hay una alabanza y exaltación constante al antihéroe, al personaje algo canalla, algo viciosillo, algo truhan y que en este molde se está formando buena parte de nuestra juventud?

No sé si soy demasiado severa; pero no he podido dejar de pensar en esos jóvenes heroicos y esos otros jóvenes imprudentees que quisieron divertirse pasando el límite de la norma y ante el pánico, pidieron auxilio a quienes sí la cumplen.

Héroes y antihéroes. Dos formas de vivir. Dos formas de morir.

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