Sony Grau

La alberca
(365 reflexiones para vivir)
por Sony Grau

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(Prólogo)



Amigo y amiga, tú que has abierto esta página, escucha:

Como la alberca se llena de agua para poder utilizarla en

momentos necesarios, así se ha llenado mi vida de vivencias (unas negativas y otras positivas) que, tras reflexivas ponderaciones, han ido a formar parte de mi experiencia , de mi biografía. Esto ha constituido en mi una íntima transformación que, de poderlo conseguir, espero llegue a transmutación.

Creo firmemente que nuestras almas son como albercas en donde se depositan los conocimientos espirituales vivenciados. Estas albercas se van llenando con agua del río de la vida, y esporádicamente, con pura y cristalina Agua del Manantial de Sabiduría.

En estas albercas vienen a abrevar los toros de la ira, los caballos de la pasión, las ovejas de las desesperanzas, las aves de la falsa libertad...y tantos otros animales de nuestra personalidad descontrolada que precisa aplacar sus malos ímpetus.

Las albercas son pacientes, son humildes, siempre están ahí atesorando el agua de la lluvia-Dios que aplaca la sed de perfección.

Hay tantas albercas, amigos y amigas, en donde puedes aplacar tu sed de afecto, justicia, paz, concordia. ¿Sabes? Esas albercas están en los libros de Sabiduría. Esos que se han escrito con el corazón, a través de los siglos, por filósofos y santos. Acércate a su amistad y no te arrepentirás.

Nada de lo que aquí he recopilado carece de sinceridad. Mi intención auténtica es que te ayude como a mi me ayudó. Son retazos de flexiones surgidas de las múltiples lecturas, vivencias y enseñanzas magistrales que atesoré durante años. En absoluto es fruto de elucubración teórica. Todo lo que te digo ha pasado por el alambique de mi corazón. Momentos de tristezas, de abatimiento, de desamor,...y todo por amor. Y gracias a él, renació la alegría, la esperanza y la fe. La fe en mí, en ti y en el otro, que es en donde anida parte del Logos, de lo Eterno, de Dios.

Léelo, absórbelo, retenlo en tu interior y reflexiona buscando en tus propias experiencias. Confío que te sirva porque, al

cabo y al fin, somos semejantes.

Cuando vibres, cuando reflexiones lector mío...yo seré confirmada en ti.

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ENERO

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Día 1

Comienza un nuevo año. En este día, hago propósito de ser feliz durante todos esos días restantes.

Para ello, enciendo una vela y me hago la firme promesa de que esta llama estará encendida todo este año de renovación interior.

Nadie, sino yo, puede facilitarme esta meta. Yo, soy la medida de todo lo bueno y lo malo que me pueda ocurrir. Si yo soy positiva, todo lo arrostraré positivamente. Esto me hará estar satisfecha conmigo misma porque, cuanto menos, lo habré intentado.

Como decía el filósofo Julián Marías: “por mi que no quede”.

En cambio, si tomo negativamente cuanto acontezca en este año, no lograré más que empeorar mi disposición, y también el problema, pues no estaré gastado mi energía en solucionarlo si no en quejarme, auto-compadecerme y lamerme las heridas.

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